La ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés) son fundamentales para las economías nacionales y hasta ahora la mayoría de los países no ha alcanzado la igualdad de género en este sector. Según Naciones Unidas, las mujeres representan solo el 28% de las personas recibidas en ingeniería y el 40% de las personas graduadas en informática y computación.
“Como en muchas actividades de nuestra sociedad, el sesgo masculino también está presente en las actividades industriales, lo que tiene una gran influencia sobre cuáles son los temas que tienen mayor resonancia al momento de hacer investigación y desarrollo”, sostiene Cecilia Galarza, investigadora del CONICET, ingeniera electrónica y directora del Centro de Simulación Computacional (CSC-CONICET). Y agrega: “Nos interesa pensar que las autopistas inteligentes fueron un proyecto que comenzó a ser trabajado en Estados Unidos, a principios de la década del 90, pero hubo que esperar unos 15 años para que parte de esa tecnología fuera pensada para tareas de cuidado de personas. Ambos proyectos fueron altamente ambiciosos, y sus desarrollos continúan dando frutos, pero el primero en ser desarrollado atacaba problemas más relacionados con la producción, mientras que el segundo contribuía con el cuidado de personas (ancianos, enfermos), actividad más relacionada con lo femenino que con lo masculino”.
En los últimos 20 años, la tecnología asociada a la ingeniería electrónica se convirtió en la base para construir conocimiento en una gran cantidad de áreas productivas: sensores para la agricultura de precisión, radares de cercanía para los autos, diseño de equipos de análisis químicos, sistemas de control para aviones, son ejemplos de elementos productivos que fueron transformados por dispositivos electrónicos diminutos y con capacidad de procesamiento o “inteligencia” en los dispositivos.
La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 11 de febrero para reconocer el papel clave que desempeñan las mujeres en la comunidad científica y la tecnología. “Creo que las mujeres en el ámbito de la ingeniería aportamos una actitud colaborativa más que competitiva, complementando habilidades y fomentando el diálogo para lograr el éxito. Esto se contrapone al enfoque individualista cuyo motor de avance es el éxito personal de cada una de las personas que participan del grupo”, sostiene Galarza.
Por Lic./Prof. Anabel Pascual - Área de Políticas de Género y Diversidades
Acerca del Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia
La Asamblea General de la ONU declaró el 11 de febrero Día Internacional de las Mujeres y las Niñas en la Ciencia en reconocimiento al papel clave que desempeñan las mujeres en la comunidad científica y la tecnología. El 22 de diciembre de 2015, el órgano de las Naciones Unidas dónde están representados todos los Estados Miembros aprobó una resolución en la que justificaba la proclamación de este Día Internacional y alababa las iniciativas llevadas a cabo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres), la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) y otras organizaciones competentes para apoyar a las mujeres científicas y promover el acceso de las mujeres y las niñas a la educación, la capacitación y la investigación en los ámbitos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas.
La fecha fue instaurada considerando que la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de las mujeres y las niñas contribuirán decisivamente no sólo al desarrollo económico del mundo, sino también al progreso respecto de todos los objetivos y metas de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.