El sábado 5 de cotubre, en el marco del Día de Ada Lovelace, el Centro de Simulación Computacional para Aplicaciones Tecnológicas (CSC, CONICET) participó en la jornada de actividades destinadas a niñas y mujeres adolescentes, con el auspicio Ferias y Exibiciones y el Programa de Promoción de Vocaciones Científicas (VocAr) del CONICET. Fue realizada en el Centro Cultural de la Ciencia (C3).
El Día de Ada Lovelace se festeja cada año en todo el mundo. Este homenaje se inició en 2009 para celebrar a las mujeres en las ciencias y estimular a las niñas y adolescentes a continuar sus estudios en carreras científicas, en particular las STEM (por sus siglas en inglés).
La apertura de la jornada se inició con la presentación de la propuesta por parte del equipo organizador y la bienvenida a todas las sedes participantes a través de una transmisión sincrónica. Luego, se proyectó un material audiovisual sobre la vida y logros de Ada Lovelace y otras mujeres científicas para luego dar lugar a las actividades programadas.
Se dictaron dos talleres que tuvieron muy buena repercusión entre las jóvenes asistentes. La primera actividad, dictada por la física e investigadora del Consejo en el CSC Isabel Irurzun, titulada “¿Qué ves cuándo ves?” constó de cuatro espacios de trabajo: en uno de ellos, se experimentó con el efecto de la luz sobre distintos materiales; en otro se ensayó con un espectroscopio – dispositivo que se basa en el fenómeno de difracción de la luz; otra de las actividades propuso a las participantes jugar con el efecto que produce la luz de un láser al rebotar en distintos tipos de espejos; y, por último, se utilizaron algunos instrumentos ópticos -microscopios, lupas y un telescopio- y se conversó sobre las particularidades de cada uno de ellos.
Para Irurzun, la divulgación científica es importante para enseñar el pensamiento científico. “Es enseñar una forma de pensar que es útil en la vida cotidiana: evita el pensamiento mágico, evita que nos convenzan de cualquier cosa. Enseña a pensar y razonar de una manera lógica”, remarca la física.
“Ingenieras aeronáuticas por un día”, fue el segundo taller del día y consistió en un juego de cartas en el que las participantes tuvieron que decidir dónde les convenía proteger una flota de aviones para que no sean derribados. En esta actividad, llevada adelante por el ingeniero Juan Zuloaga, personal de apoyo del CONICET en el CSC, se buscó enfatizar la importancia de pensar que lo que se observa es siempre un recorte de la realidad y que lo que se deja afuera puede ser información relevante. El objetivo de la propuesta versó sobre pensar distintas hipótesis compatibles con la evidencia.
Por su parte, Zuloaga destaca: “Es muy importante que los profesionales de áreas científicas nos acerquemos a este tipo de actividades de divulgación. Sobre todo, donde se puedan fomentar las vocaciones científicas en niños y jóvenes, que sepan que acá hay un lugar donde se pueden acercar, cultivar e iniciarse en una futura carrera científica, si lo desean”.
A modo de cierre, la jornada culminó con las niñas participantes recorriendo los espacios del C3 que, en su Sala de la Información, cuenta con el módulo interactivo Clementina, en honor a la primera computadora para fines científicos de la Argentina.
Fue destacable la predisposición e interés de las niñas y adolescentes en participar activamente de las propuestas. “Este evento me gustó muchísimo porque las chicas estaban muy interesadas – algunas sabían mucho y se animaron a tocar, a hacer los experimentos, a hacer preguntas. Me parece que eran niñas muy motivadas, con mucha curiosidad y que se llevaron una linda enseñanza”, concluye Isabel.
Según Zuloaga “La experiencia salió espectacular, las chicas estaban súper motivadas en todas las actividades, trabajaron en equipos, se divirtieron. Salieron muy contentas, así que fue una experiencia fantástica”.